¿Por qué necesitamos ser salvos?
¡Bienvenidos a Abre mis Ojos! Abre mis Ojos esta patrocinado por la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica en donde estamos dedicados a restaurar el cristianismo original para hoy.
Mi nombre es Eduardo Elizondo y me da mucho gusto saludarlos en esta edición de Abre mis Ojos en donde vamos a hablar acerca del porque necesitamos ser salvos. La Biblia habla de salvación pero es importante estudiar la Palabra de Dios para ver porque necesitamos ser salvos, o salvos de que o para que. Es importante que vayamos al principio para poder entender este concepto de salvación.
Como sabemos en el libro de Génesis esta el recuento de la creación cuando Dios creó a Adán y Eva y cuando los creó los creó a Su imagen y conforme a Su semejanza. Creó a Adán del polvo de la tierra y a Eva la creó de la costilla de Adán. Y cuando Dios creó a los seres humanos, al varón y a la hembra, los creó con Sus mismas características, no solamente físicamente que es cierto, estamos compuestos de la misma imagen de Dios porque tenemos un rostro, una cabeza, un torso, brazos, manos, piernas, pies, pero también en la manera de pensar, en el intelecto, nos dio la capacidad de pensar, nos dio la capacidad de razonar, nos dio también la capacidad de tomar decisiones por nosotros mismos, de pensar, de razonar, de experimentar, de comprobar, de muchas cosas al crear a Adán y Eva cuando los hizo en el jardín del Edén.
Los creó también con la capacidad de entender el lenguaje, un lenguaje ya pre-programado para poder comunicarse con ellos desde el momento que los creó, para darles instrucciones de lo que deberían hacer, del propósito que Dios quería que llevaran ellos a cabo.
Vamos a ir ahora a Génesis 2, donde Dios les da una instrucción muy importante a Adán y Eva desde el principio. En el versículo 16 de Génesis 2, dice lo siguiente: “Y el SEÑOR Dios le ordenó al hombre, diciendo, “Puedes comer libremente de todo árbol en el jardín, pero no comerás del árbol del conocimiento del bien y el mal, porque en el día que comas de el, al morir ciertamente morirás.””
Es muy importante que tomemos un momento para analizar lo que se dice aquí. Dice que no comieran del árbol del conocimiento del bien y el mal, y les da la razón por la cual, porque en ese día en el que comieran ciertamente al morir morirían y al morir lo dice porque Dios los creó mortales, Dios los creó del polvo de la tierra como seres mortales, seres finitos y al morir habría entonces un final. Pero la sentencia decretada es que al morir morirían, no solamente el proceso de vivir, desarrollarse, envejecer y morir sino que al morir morirían y esto es algo muy importante. Esta muerte es algo muy importante que debemos tener en cuenta mientras vamos analizando este tema de la salvación.
Ahora, esto también, esta instrucción también demuestra que ellos tenían la capacidad de decidir, tenían lo que llamamos el libre albedrío, la capacidad de decidir por ellos mismos lo que iban a hacer, si iban a obedecer a Dios o a desobedecer a Dios. Estas decisiones no empezaron después de que tomaron el fruto, desde antes Dios les había dado la facultad de tomar decisiones. Es muy importante que tomemos esto en cuenta.
Nosotros conocemos la historia de Adán y Eva y sabemos que sucede después. Pero vamos a Génesis 3 para adentrarnos un poquito mas en los detalles de lo que sucedió allí en el jardín del Edén. Génesis 3:1 dice lo siguiente: “Ahora, la serpiente era más astuta que cualquier criatura del campo la cual el SEÑOR Dios había hecho....” Y en Apocalipsis podemos identificar y comprobar quien es la serpiente, dice que la serpiente antigua es Satanás el diablo. Entonces aquí esta hablando de la serpiente, que era en realidad Satanás que era mas astuta que cualquier criatura y vino Satanás a tentar a Adán y a Eva y veamos la manera en que lo hace.
Continuando en el versículo 1: “...Y él dijo a la mujer, “¿Es verdad que Dios ha dicho, ‘No comerán de ningún árbol del jardín?’ ”” Y es muy interesante lo que hace, por que lo hace con duda, introduce una pregunta, quiere generar la duda en Adán y Eva para que ellos se cuestionen lo que Dios les dijo y aparte de eso también exageró porque dijo “¿Es verdad que Dios ha dicho, ‘No comerán de ningún árbol del jardín?” Lo lleva a un extremo, de no comer de ningún árbol del jardín, cosa que Dios jamas dijo y quiere prácticamente pintarlo como un Ser severo, duro, que no quiere que coman, que no quiere que disfruten de los arboles del jardín, cosa que no es cierto, nosotros sabemos la realidad y Eva también lo sabia, por eso respondió de la siguiente manera en el versículo 2: “Y la mujer dijo a la serpiente, “Podemos comer libremente del fruto de los árboles del jardín, pero del fruto del árbol el cual está en medio del jardín,… es obviamente el árbol del conocimiento del bien y del mal... Dios ciertamente ha dicho, ‘No comerán de el, ni lo tocarán, no sea que mueran.’ ””
Entonces ella sabía que no debían comer de ese fruto, porque entonces iban a morir. Ella sabía cual era la sentencia, cual era lo que había decretado, la advertencia de Dios. Pero vamos a ver lo que le responde la serpiente, versículo 4: “Y la serpiente dijo a la mujer, “¡Al morir, ciertamente no morirán!” Al morir, eso implica que en su vida no morirán, aunque tengan el proceso en ustedes, no morirán. Hay algo aquí implícito en este morir, al morir y morir y después de esa frase de “al morir ciertamente morirán” o “no morirán” como lo dijo Satanás el diablo, la serpiente que mintió.
Y vamos a ver que mas le dijo. Versículo 5: “Porque Dios sabe que en el día que coman de el, entonces sus ojos serán abiertos, y serán como Dios, decidiendo el bien y el mal.”” Y es muy interesante lo que dice aquí acerca de “decidir.” Porque esta palabra “decidiendo el bien y el mal” se refiere a comprobar por medio de observar y experimentar, realmente es en otras palabras el origen del método científico, y hoy en día, obviamente, con las cosas que están sucediendo con respecto al virus, la pandemia, etc, se habla mucho acerca de la ciencia, la ciencia y que dice la ciencia, y este es el método científico. El método científico comenzó aquí cuando Adán y Eva tomaron de este fruto.
Satanás les dijo lo que iba a pasar, pero lo combinó con una mentira porque les dijo que no morirían cosa que no era cierto, Dios dijo que morirían. Pero les dijo que sus ojos serian abiertos y que serian como Dios decidiendo el bien y el mal. Eso si sucedió, sus ojos fueron abiertos, la Biblia lo corrobora cuando habla acerca de la desnudez y la vergüenza, pero dice decidiendo el bien y el mal.
Ahora, hay algo muy interesante acerca del comprobar y el experimentar que es el método científico. No les dio la facultad a ellos de determinar lo que es bueno y lo que es malo, simplemente decidir entre el bien y el mal, hacer el bien o hacer el mal. Porque Adán y Eva no le creyeron a Dios, pero el hecho de no creerle a Dios no significa que las consecuencias cambien. Es como la ley de la termodinámica, o la ley de la gravedad, esas leyes no cambian por el hecho de que uno las observe, por el hecho de que uno las compruebe o las experimente, esos experimentos no cambian el resultado, no cambian la ley, no cambian lo que esta decretado. Y las leyes de Dios son igual, estas leyes no cambian, las consecuencias no cambian, pero Dios nos da la oportunidad de observar y experimentar para que nosotros saquemos nuestras propias conclusiones y también para que nosotros tomemos nuestras propias decisiones.
Entonces, Dios les dio esta oportunidad de tomar la decisión si lo iban a obedecer o no y decidieron no obedecerlo, no le creyeron a Dios. ¿Pero qué sucedió cuando tomaron del árbol del conocimiento del bien y el mal? ¿Qué sucedió cuando Eva decidió tomar del fruto y comer? No vamos a leer esas Escrituras pero sabemos lo que sucede: Eva tomó primero, come, le da a Adán y él come también. Y entonces hay un cambio de mente, hay un cambio de corazón, hay algo que sucede en la persona completamente y también obviamente con los ojos que fueron abiertos en este sentido para decidir el bien y el mal, que es experimentación y observación. Pero lo que no cambió fue el juicio decretado, que el día que comiencen de ese fruto ellos iban a morir. El resultado de sus acciones, el resultado de su desobediencia es la muerte.
No murieron en ese día físicamente, pero esto revela que Dios tenia un plan, que al morir no murieran de otra manera no les hubiera advertido lo que les advirtió, pero tomaron el fruto que Dios les dijo que no tomaran y al morir entonces se decreta la sentencia de que muriesen.
Vamos ahora a ver lo que nos dice el apóstol Pablo al respecto de esto. Porque este cambio de mente, este cambio de corazón que ocurrió en ellos fue un cambio permanente, fue un cambio sellado, su personalidad cambio, las cosas que hacían. Inmediatamente les dio vergüenza estar desnudos, se cubrieron, se escondieron, tuvieron temor, muchas cosas cambiaron. Este cambio de mente, este cambio de corazón fue radical.
¿Pero qué sucedió cuando desobedecieron a Dios? Por que ese es el pecado, como ya hemos hablado en otros episodios acerca de lo que es el pecado. Romanos 5:12 nos dice, nos corrobora las consecuencias. Versículo 12: “Por tanto, como por un hombre el pecado entró al mundo,” y vamos a hacer la pausa aquí para hacer un comentario de que entró por un hombre, a pesar de que Eva fue la primera que tocó y que comió del fruto. Pero entró por un hombre porque Adán fue hecho primero, y Adán estaba a cargo, pudo haberle dicho algo a Eva cuando estaba a punto de comer de ese fruto. Entonces “…por un hombre el pecado entró al mundo,...” por Adán, “…y por medio del pecado vino la muerte; y en esta forma, la muerte pasó a toda la humanidad; es por esta razón que todos han pecado.”
Ahora, ¿cómo puede pasar el pecado de generación en generación? Por que por un hombre entró el pecado al mundo y la otra consecuencia es que por medio del pecado vino la muerte. Esta muy claro lo que sucede. Ese juicio decretado de Dios no fue solamente para Adán y Eva porque estaban en el jardín del Edén y les dio la instrucción en especifico de que no comieran. El pecado causa muerte, lleva a la muerte, “…por un hombre el pecado entró al mundo,...” y ese pecado realmente lo hemos heredado, no es el pecado original!
Debemos aclarar esto, porque no es el pecado original, no hay un ser recién nacido que peque, que ya haya cometido pecado porque no ha hecho nada, ¿pero cómo entonces se ha heredado esto? ¿Cómo ha entrado el pecado al mundo y ha pasado de generación en generación? Lo que ha pasado es la naturaleza humana, es algo que el apóstol Pablo llama la ley del pecado y de la muerte en Romanos 8. La ley del pecado y de la muerte, una ley que esta ya escrita en nuestra naturaleza porque cambio la naturaleza de Adán y Eva, cambio su perspectiva, cambio su manera de pensar, cambio su manera de ver las cosas y su manera de tomar decisiones. ¿Y qué es esta ley del pecado de la muerte? Implica muchísimas cosas, en otro episodio lo vamos a ver, pero esto implica que vamos a morir, pecamos y vamos a morir a menos que haya arrepentimiento.
¿Pero cual es este pecado que pasó a todos nosotros? En Romanos 8:7 el apóstol Pablo nos dice: “Porque la mente carnal es enemistad contra Dios, porque no está sujeta a la ley de Dios; ni en verdad puede estarlo.” Y en realidad es esa mente carnal, que viene desde nuestros padres Adán y Eva, y esa mente carnal es la que nos lleva a pecar, esa inclinación a pecar y es enemistad contra Dios. Entonces los únicos que desobedecieron a Dios no fueron solamente Adán y Eva sino somos todos cuando pecamos y tenemos esa inclinación, esa tendencia al pecado, por naturaleza, por naturaleza. Incluso nadie le enseña a un niño pequeño a enojarse, nadie le enseña a codiciar, a querer el juguete de otro niño, nadie les enseña eso porque eso es un reflejo de la ley de pecado y de la muerte, de nuestra naturaleza que heredamos de nuestros padres.
Pero, ¿cómo trata Dios con el pecado? ¿Cual es la consecuencia? ¿Cual es la consecuencia del pecado? El apóstol Pablo en Romanos 6:23 nos dice lo siguiente: “Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna a través de Cristo Jesús nuestro Señor.” Nos da la esperanza de que hay vida eterna, hay la posibilidad de vida eterna, pero lo que nosotros heredamos por naturaleza y tenemos de nuestros padres Adán y Eva y del resultado de su desobediencia, es esta naturaleza carnal, esta naturaleza humana, esta ley del pecado y de la muerte, de la que sentimos muchas veces que nos tiene atrapados y que no nos podemos zafar, pero la paga del pecado es la muerte. Porque dijo Dios que al morir ciertamente morirían, Adán y Eva, y moriríamos todos.
Y esto lo confirmamos en Ezequiel 18:4: “He aquí, todas las almas son Mías. [habla Dios] Como el alma del padre, así también el alma del hijo, ellas son Mías. El alma que peque, esa morirá.” Es algo muy interesante ver lo que dice claramente aquí, que “El alma que peque, esa morirá” Esa alma va a morir, no tenemos un alma inmortal. El alma inmortal no esta en nosotros, no la tenemos automáticamente, no hay tal cosa. Dios nos creoo con un alma que en realidad en el hebreo, alma significa “ser viviente” es nuestra vida y es mortal, y puede morir. Incluso Dios dice y declara firmemente “El alma que peque, esa morirá”
Ahora, ¿qué esperanza hay? ¿Qué esperanza tenemos entonces? Ya hemos visto que somos el resultado también de nuestra naturaleza que hemos heredado, y que la consecuencia, la paga del pecado es la muerte. Y es precisamente por esto que necesitamos ser salvos, necesitamos ser salvaos de la muerte. Porque nosotros no tenemos vida en nosotros mismos, la vida que tenemos Dios nos la ha dado y no es una vida eterna, es una vida física temporal terrenal. Por eso tantas personas en el mundo ven que las personas mueren, son enterradas y por eso muchas personas creen que no pasa después de la muerte o que no hay Dios. Y en realidad hay parte de eso que es cierto, las personas mueren físicamente porque así nos hizo Dios, pero hay esperanza, hay esperanza!
Cristo declaró lo siguiente en Juan 8:51: “Verdaderamente, verdaderamente les digo, si cualquiera guarda Mis palabras, no verá muerte [y aquí esta la clave] para siempre.”” El que no guarda las palabras de Cristo verá muerte para siempre. Y es algo muy importante lo que dice, que es muerte para siempre hay muerte eterna, no dice que el que no guarda las palabras de Cristo será atormentado eternamente, no lo dice. Dice muerte, muerte eterna no es lo mismo que tormento eterna.
En otro episodio de Abre mis Ojos vamos a hablar acerca del cielo y del infierno, vamos a hablar acerca del lago de fuego y azufre, vamos a hablar de todas estas cosas. Pero por ahora, en el concepto de salvación es importante que entendamos que lo que produce el pecado es la muerte para siempre y de eso es de lo que debemos ser salvos, de lo que queremos ser salvo, de lo que requerimos la salvación.
¿Cual es el deseo de Dios? El apóstol Pedro en II Pedro 3:9: “El Señor no está demorando la promesa de Su venida, como algunos en sus propias mentes consideran demora; sino, Él es paciente hacia nosotros, no deseando que alguno perezca [muerte], sino que todos vengan al arrepentimiento.” Y ese el deseo de Dios, Él no desea que simplemente cosechemos lo que hemos sembrado que es pecado y que es muerte, muerte eterna. Él desea que todos nos volvamos a Dios en arrepentimiento sincero y verdadero delante de Dios.
Ahora, ¿por qué desea Él arrepentimiento sincero cuando quebrantamos Sus leyes? ¿Por qué lo desea Dios de esta manera? El Salmo 5 nos da la respuesta en el verso 4, donde el salmista declara: “Porque Tú no eres un Dios que tiene placer en la maldad; ni el mal vivirá Contigo.” Entonces esa es la razón, porque el mal no vivirá con Dios y si Dios va a dar como ya vimos que es la dádiva de Dios “vida eterna en Cristo Jesús” el mal no vivirá con Él, el que no se arrepienta no vivirá cerca de Dios, no estará con Dios. Versículo 5: “Los jactanciosos no estarán en Tu vista....” lo declara mas específicamente, los jactanciosos, los soberbios, los orgullosos. “...Tú odias a todos los trabajares de iniquidad.” A todos los que no obran conforme a la ley de Dios, que obran ilegalidad.
Versículo 6: “Destruirás a aquellos que hablan mentiras; el SEÑOR aborrece al hombre sanguinario y engañoso. ” Entonces en este par de versículos tenemos que los mentirosos no estarán allí en el Reino de Dios con Él, los que obran iniquidad, ellos que hablan mentiras serán destruidos, no atormentados para siempre. El Señor aborrece al hombre sanguinario, a todos aquellos que cometen asesinatos, a los sangrientos y a los engañosos. Esa es la razón por la que Dios desea el arrepentimiento. El motivo por la que debemos buscar la salvación, buscar a Dios en realidad es porque nuestra naturaleza solamente lleva a la muerte eterna, a la muerte para siempre.
Pero tenemos dos opciones: tenemos la opción de volvernos a Dios para que nos salve o tenemos la opción de seguir por nuestro camino y morir. Si seguimos por nuestro camino sin arrepentimiento, sin buscar a Dios, vamos a cosechar lo que dice el Salmo 49:20: “Un hombre en honor, pero sin entendimiento, es como las bestias, ellos perecerán.” Sin entendimiento terminamos siendo como las bestias, la vida física, lo que los ateos dicen que somos, como los animales, cosa que no es cierta por que Dios nos dio la capacidad de razonar, pero la muerte, el proceso físico del cuerpo es semejante al de los animales. Pero Dios nos dio un gran potencial, si decidimos volvernos a Él y este es exactamente Su deseo porque así inicio Cristo la predicación del Evangelio. En Marcos 1:15 lo primero que Cristo dice es lo siguiente: “El tiempo ha sido cumplido, y el reino de Dios está cerca a la mano; arrepiéntanse, y crean en el evangelio.”
En otros episodios de Abre mis Ojos hablaremos también acerca del Evangelio, hablaremos acerca del arrepentimiento, pero hoy hemos visto de que es que tenemos que ser salvos, de la muerte eterna, de esta naturaleza que hemos heredado de nuestros padres, de esta inclinación a pecar, de las consecuencias de este pecado, de la muerte, de la muerte eterna, pero debemos venir a Dios en sinceridad, en arrepentimiento sincero y verdadero de todo corazón para que Él abra nuestros ojos y que vengamos delante de Él, no delante de un cura, de un padre, de un ministro, de un pastor. Dios quiere que vengamos delante de Él a buscarlo en espíritu y en verdad.
Por el momento me despido, ha sido un placer estar con ustedes el día de hoy y nos vemos en la próxima emisión de Abre mis Ojos!